Las escaramuzas, amazonas mexicanas que reivindicaron su derecho a participar en las charreadas, fueron la fuente de inspiración para Dior y su colección Crucero 2019.
La puesta en escena daba las primeras pistas sobre el imaginario que siguió la directora creativa: el mundo ecuestre. La firma construyó una carpa con una pasarela de madera por la que desfilaron las modelos y que rodeaba el escenario principal por la que aparecieron amazonas mexicanas mostrando su destreza a lomos de múltiples caballos blancos.
A través de las prendas más representativas de la equitación, Dior creó estilismos mediante trajes de montar y botas diseñadas a partir de los patrones clásicos de la firma y un auténtico estilo francés. En el ya característico juego entre las prendas masculinas y femeninas, Chiuri eligió prendas que pueden representar mejor el estilo de vestir de los hombres, y las incorporó a clásicas prendas más femeninas. De esta mezcla surgieron varios estilismos que combinaban vestidos o faldas midi con cinturones que realzaban la figura femenina y camisas blancas con corbatas.
Una vez más, la paleta que dominó casi por completo la colección fue el binomio blanco y negro, salvo alguna prenda con estampado de colores. Para romper con la neutralidad cromática, Chiuri recurrió a las transparencias y al uso de múltiples estampados de inspiración campestre acompañados de bordados, tejidos troquelados y apliques con un minucioso trabajo de artesanía. Recursos que forman parte de la nueva señal de identidad de la firma y que se reinterpretar con cada temporada.
Chiuri se ha posicionado como una de las diseñadoras que más y mejor defiende a las mujeres. Con cada desfile, la directora creativa elige un colectivo, como las amazonas mexicanas, o un hecho histórico como las protestas de mayo del 68, para empoderar a la mujer.
Con información de Vanguardia
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